Crear y coser, para contar, cantar y leer. Parte 1
Como sabéis, en KUMMERLIN creo artesanalmente los personajes y escenografías de mis cuentos con telas de diferentes texturas y lanas.
El
proceso de elaboración es precioso y nos permite dar a conocer a los
más pequeños un recurso artesanal que de otro modo les resultaría
difícil encontrar en la actualidad.
En esta sociedad en la que lo tecnológico tiene una presencia casi absoluta a nivel mundial, a priori dedicarse a fomentar la lectura y la música partiendo de creaciones elaboradas a mano con aguja, tijeras, hilo, lana y tela puede llegar a sonar atrevido. Arriesgarme, es precisamente lo que me ha llevado a ser diferente. Y es que, coser a mano me ha aportado y me aporta infinitos beneficios, por lo que me siento agradecida.
Coser me ayuda en la motricidad fina.
Es una acción que me relaja y en la que me pasa el tiempo rápido. Me faltan más bien horas.
Es una manera más de imaginar la historia que creo.
Me ha ayudado a pensar y detenerme en los detalles, en lo concreto.
Cuando coso, traslado a lo sencillo aquello que si tuviera que dibujar con precisión me resultaría muy, muy difícil.
La imagen cosida a mano sencilla, con detalles, acompaña a pequeños y adultos e invita a seguir la historia que creo.
Al presentar los cuentos en las bibliotecas, centros culturales y/o coles, y abrir la primera página del libro gigante, es un placer darme la vuelta, ver tantos ojitos mirando fijamente y en muchas ocasiones escuchar: ¡¡¡Ooooooh!!!..., ¡¡anda!!..., ¡¡mira!!...
A continuación los brazos de algunos niños se extienden como si quisieran tocar el infinito. ¡Quieren preguntar!
Les invade la curiosidad y cuando me percato, mi boca expresa una gran sonrisa y siento un placer inmenso que me ayuda enormemente a desarrollar la sesión.
¡Están motivados!
Continuará en (parte 2) ...
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